Sunday, June 14, 2009

Ode to the Bicycle, Pablo Neruda

Oda a la bicicleta

Iba
por el camino
crepitante:
el sol se desgranaba
como maíz ardiendo
y era
la tierra
calurosa
un infinito círculo
con cielo arriba
azul, deshabitado.

Pasaron
junto a mí
las bicicletas,
los únicos
insectos
de aquel
minuto seco del verano,
sigilosas,
veloces,
transparentes:
me parecieron

lo movimientos del aire.

Obreros y muchachas
a las fábricas
iban
entregando
los ojos
al verano,
las cabezas al cielo,
sentados
en los
élitros
de las vertiginosas
bicicletas
que silbaban
cruzando
puentes, rosales, zarza
y mediodía

Pensé en la tarde cuando los muchachos
se laven,
canten, coman, levanten
una copa
de vino
en honor
del amor
y de la vida,
y a la puerta
esperando
la bicicleta
inmóvil
porque
sólo
de movimiento fue su alma
y allí caída
no es
insecto transparente
que recorre
el verano,
sino
esqueleto
frío
que sólo
recupera
un cuerpo errante
con la urgencia
y la luz,
es decir,
con
la
resurrección
de cada día.

Ode to Bicycles

I was walking
down
a sizzling road:
the sun popped like
a field of blazing maize,
the
earth
was hot,
an infinite circle
with an empty
blue sky overhead.

A few bicycles
passed
me by,
the only
insects
in
that dry
moment of summer,
silent,
swift,
translucent;
they
barely stirred
the air.

Workers and girls
were riding to their
factories,
giving
their eyes
to summer,
their heads to the sky,
sitting on the
hard
beetle backs
of the whirling
bicycles
that whirred
as they rode by
bridges, rosebushes, brambles
and midday.

I thought about evening when the boys
wash up,
sing, eat, raise
a cup
of wine
in honor
of love
and life,
and waiting
at the door,
the bicycle,
stilled,
because
only moving
does it have a soul,
and fallen there
it isn’t
a translucent insect
humming
through summer
but
a cold
skeleton
that will return to
life
only
when it’s needed,
when it’s light,
that is,
with
the
resurrection
of each day.

- Pablo Neruda, 1956

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